FACTORÍA INSOMNIO
TALLER
Factoría Insomnio nace en el año 2011 con el objetivo de difundir y enseñar técnicas textiles tradicionales que fueron reunidas luego de viajes por diferentes comunidades de artesanos de latinoamérica. El conocimiento y práctica de estas artes y oficios permite que nos reencontremos con nuestra identidad, revaloremos el trabajo artesanal, la producción a escala humana y pensemos nuevas formas de expresión a través del textil.
Soy María Patricia (Icha) Romero y sigo en este camino de la investigación que empezó con la búsqueda de oficios textiles tradicionales que siempre admiré pero poco a poco fue profundizandose al conocer las historias personales y familiares de los artesanos, visitar su entorno natural y observar en terreno como todo está estrechamente ligado. He visitado a maestros de diferentes pueblos a lo largo del continente en un intento de obtener una visión desde los cultores y territorio: Chile, Perú, Colombia, Panamá, México y Guatemala, lo que me ha permitido la recolección permanente de conocimientos no sólo técnicos sino también culturales e históricos.
Los conocimientos se han organizado en cursos y se encuentran disponibles en mi taller ubicado en la comuna de Providencia en Santiago de Chile y en algunas ocasiones de forma remota a través plataformas de videoconferencia. Los cursos han itinerado por el centro y sur de Chile: Valparaiso, Viña del Mar, Rancagua, Talca, Pucón, Punta Arenas y también por algunos museos como el Museo Chileno de Arte Precolombino y el Museo Violeta Parra; por México: Ciudad de México (UNAM y talleres autogestionados), Mérida (Tramantes), San Cristobal de las Casas (Museo Na Bolom) y Oaxaca (Museo Textil de Oaxaca).
Durante el año 2019, siguiendo la motivación de enseñar el oficio sin dejar el contexto social y natural, realizamos residencias textiles junto a grupos de alumnas donde aprendimos en terreno directamente de los artesanos mientras disfrutabamos lugares hermosos en Colombia y la patagonia chilena.
Todos los años han sido un desafío gigante donde hay muchos proyectos en mente, te invito a compartir y disfrutar conmigo este espacio lleno de historias, texturas y colores.
Quiero agradecer infinitamente a todos maestros que han compartido sus conocimientos como si yo fuera parte de su familia, que han permitido que los observe en su cotidiano para aprender no sólo técnicas sino la forma en que viven de su arte, que tiene ese sello único de lo hecho a mano, fabricando pieza a pieza mientras se cocina, se cuida a los hijos y se trabaja en el campo. Gracias a ellos he entendido este lenguaje, las sutilezas, la importancia de que esto se conserve y se muestre al mundo, la precariedad y fragilidad en la que algunos viven y sus crudas historias familiares. El arte textil latinoamericano vive gracias a los miles de artesanos que silenciosa y dedicadamente trabajan para comunicar historias de resistencia, de abusos, de esperanzas y por sobre todo de amor al oficio, a su familia, pueblo y naturaleza.
